¿Qué es la Liberación Somato-Emocional?

 Es un proceso terapéutico que ayuda a liberar a la mente y al cuerpo de los efectos de un trauma pasado y asociado a reacciones negativas.

 Durante la sesión el paciente siente el contacto ligero de las manos del terapeuta entrenado en escuchar los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones y patrones de congestión y resistencia. Esta escucha proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona en su totalidad. 

 En respuesta a golpes físicos, o tensiones, problemas emocionales, etc. los tejidos del cuerpo se contraen. En ocasiones, esta contracción - sobre todo si el golpe ha sido fuerte o el trauma emocional intenso - queda contenida en el cuerpo, limitando su buen funcionamiento, y creando restricciones que provocan problemas que pueden durar años. El movimiento craneosacral las refleja como áreas de congestión o restricción. Un terapeuta entrenado puede percibirlas, identificar su origen y trabajar con ellas. 

El  terapeuta  utiliza  sus manos  para  reflejar al cuerpo del  paciente, al hacerlo,  éste  tiene  la  oportunidad de soltar ese patrón restrictivo y encontrar una nueva forma de organizarse.

Siguiendo este principio fundamental, el terapeuta nunca impone nada sobre el cuerpo de la persona, ni fuerza a su organismo a hacer algo para lo que todavía no está preparado. Es el mismo sistema del cliente el que lleva la directriz de su proceso de curación. El terapeuta craneosacral sintoniza con su sabiduría interna y su inteligencia corporal y sigue las pautas que le indican. 

      Cuando se liberan las tensiones, se libera  también la energía que antes  se  utilizaba  para  mantener  la  contracción. Por lo tanto, uno de los  beneficios de esta  forma de terapia corporal es aumentar nuestro  nivel  de energía, pudiendo también producir una relajación más profunda. 

Una parte integral de este trabajo es la toma de conciencia del propio proceso vital. 

La duración de la sesión puede durar de 45 min. a una hora aprox. Donde se utilizan diferentes técnicas  como la liberación de los “nudos de energía”, el trabajo con la memoria tisular, la utilización de imágenes, el dialogo terapéutico (el uso de la palabra para ayudar a liberar la mente) y el desenroscamiento corporal.

     Ya es un echo aceptado, incluso por la medicina ortodoxa, la relación entre el cuerpo y la mente. Incluso diría la relación entre cuerpo, mente, emociones y espíritu. En el campo de la psico-neuro-inmunología se han descubierto las conexiones entre los estados psicológicos negativos y su influencia en la repuesta inmunológica. En nuestro cuerpo se puede leer nuestro estado mental y emocional.


¿CON QUÉ FRECUENCIA ES NECESARIO APLICARLA?

El número de sesiones varía mucho de paciente a paciente, y depende del nivel de salud que ya esté presente. Algunas personas quizás necesiten solamente una o dos sesiones; sin embargo, otras con condiciones más crónicas pueden requerir un tratamiento continuado durante un periodo de tiempo.

Inicialmente, los tratamientos se suelen ofrecer cada semana o cada quince días. Muchos pacientes encuentran que entre seis y diez sesiones son suficientes para resolver las condiciones con las que vinieron a vernos. Después de ello, quizás elijan continuar recibiendo sesiones de mantenimiento o sesiones para comprobar su estado de salud. De todos modos, cada individuo es diferente y el programa de tratamiento varía en cada caso particular.